miércoles, 23 de agosto de 2017

HISTORIA GENERAL DE LA CIUDAD DE ALHAMA Y LOS CINCO LUGARES DE SU JURISDICCIÓN


El nombre de Alhama, a tenor de las referencias históricas y vestigios arqueológicos, es la continuación del fenicio y púnico Iemmin / Iammin y del hebrero Harnmayim, nomenclatura que retomarán los árabes, continuadores de tantas tradiciones anteriores, y que dio lugar por la correspondiente evolución fonética a hammim o hammaim a alhammim y, finalmente, a Alhama. Fue en la Baja Edad Media cuando se trasvasó y reedificó la ciudad en el emplazamiento actual, manteniendo el topónimo, con la consiguiente evolución fonética; se determinó su configuración urbana y se fortaleció de renombradas murallas, torres atalayas y diversas construcciones propias de los conquistadores, que acabaron en unos meses con la cultura autóctona, imponiendo la propia y condenando al ostracismo o al silencio a la población hispana heredera de la Antigüedad Clásica.
          Desarrollará Alhama, pues, una estructura organizativa paralela a la de las ciudades importantes. Conjuga, además, dos modelos tradicionales del urbanismo: la ciudad acrópolis, sobre el prominente tajo que la yergue majestuosa desde el siglo X, y la ciudad agraria y comercial, que hace que, desde el siglo XVI, traspasara sus murallas, conforme crecía su población y se colonizaba el territorio.

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https://drive.google.com/file/d/0B6rwwNzgNKhqcG5EdHJRVU1pcU0/view?ts=5940cf21